Volar, un sueño cumplido para personas mayores y con diversidad funcional de la comarca de Sobrarbe

La 2ª Jornada de Vuelo Adaptado, organizada por la escuela de vuelo Girolibre, la Asociación Deportiva Pirineo Aragonés y el ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe, se ha celebrado este sábado en el aeródromo de Coscojuela
En esta edición han participado usuarios de la residencia comarcal La Solana ubicada en Aínsa y del centro ocupacional de Valentia en Boltaña

Despegues y aterrizajes llenos de nervios, expectativas y sobrecogimiento, así como de emoción, sonrisas y agradecimientos, se han sucedido desde primeras horas de la mañana para ocho personas mayores de la residencia, que volaban por primera vez, así como para otras ocho procedentes de Valentia, algunas de ellas repetidoras tras las gratas sensaciones vividas en la edición anterior. El objetivo de esta propuesta busca precisamente facilitar la experiencia de volar, “algo que debería poder hacer todo el mundo”, según el piloto, instructor y gerente de Girolibre Rafael García. Él mismo apunta que la idea le rondaba la cabeza desde hacía mucho tiempo y que lo había visto en Toledo. “Tenía la espinita de hacerlo aquí, y desde luego es muy reconfortante volar tanto con personas mayores que son instituciones de este territorio como con quienes por circunstancias tienen alguna limitación de movilidad. Supone un esfuerzo importante porque lo hacemos de manera altruista, pero nos genera un bienestar sin parangón y agradecemos la confianza”.

“Gracias por la iniciativa, habéis cumplido el sueño de algunos residentes que nunca habían volado y para otros vivir la experiencia de volar sobre su comarca ha sido muy emocionante. Que la edad no sea barrera. Ell@s cuentan”, decía al final de la jornada Laura Castán, directora de la residencia La Solana. En los mismos términos intervenía el alcalde Enrique Pueyo, asegurando que es “una suerte que gracias a estas instalaciones y el buen hacer de sus responsables podamos disfrutar de días tan bonitos como el de hoy”.
En esta infraestructura, la propia escuela y el ayuntamiento de Aínsa realizan constantes labores de adecuación que son palpables año tras año. Las últimas actuaciones han consistido en la mejora de la pista de acceso desde el pueblo de Coscojuela, la adquisición de material, herramientas y mobiliario como una desbrozadora, una motosierra, una hidrolimpiadora, botiquines, extintores, mesas y sillas, la instalación de una decena de cámaras de vigilancia, un sistema de grabación de video vigilancia, reflectantes y señalización en la pista de aterrizaje o las reparaciones y el mantenimiento del entorno, tan necesarios para continuar dando un buen servicio a quienes acuden hasta este privilegiado lugar. El año pasado fueron 927 aeronaves, 212 más que en el año anterior. “Entre los retos a futuro se encuentran el asfaltado de la pista de aterrizaje y la plataforma de estacionamiento, el marcado permanente de las señales de designación magnética y orientación de pista o la iluminación de la propia pista de aterrizaje”, destaca Pueyo. “Poco a poco estamos haciendo de este espacio un rincón de gran valor, ya apreciado por pilotos que llegan desde distintas partes del mundo. Y seguiremos colaborando con la escuela y con la asociación para consolidar y promocionar el aeródromo como la extraordinaria puerta de acceso al Sobrarbe que es”.
Rafael García agradece la participación ante el público asistente






